Por motivo del festejo del 10 de mayo (en algunos países incluyendo México, Guatemala, El Salvador, Arabia Saudita, India, Singapur, Emiratos Árabes Unidos, entre otros, se festeja el día de las madres), queremos compartir algunas reflexiones que consideramos relevantes en este blog, sobre la importancia que tiene el establecimiento del vínculo filial. ¿Alguna vez te has preguntado qué tan crucial es para el desarrollo de tu bebé? Hoy exploraremos sobre la importancia de este vínculo, desmitificando ideas preconcebidas sobre el rol materno ofreciendo una visión más comprensiva a los factores que intervienen en esta conexión.
Ya que, si bien, el establecimiento de un vínculo filial sólido durante los primeros meses de vida es fundamental para el desarrollo psicosocial de nuestros hijos. Cuando este lazo no se establece de manera saludable, puede tener consecuencias significativas en su bienestar emocional y sus futuras interacciones.
Es cierto que fisiológicamente se nos predispone al vínculo, por los mecanismos hormonales de recompensa cerebral, como la liberación de oxitocina, que se produce durante la lactancia, hormona que nos tranquiliza y nos hace más receptivas a las necesidades de nuestro hijo. Sin embargo, ser madre va mucho más allá de la biología, ya que la forma en la que una mujer vive y siente este nuevo rol, su fortaleza emocional y el cómo se adapta a esta nueva etapa son igualmente importantes para construir un vínculo fuerte y amoroso.
Una conducta fundamental en este proceso, es el apego, este lazo de seguridad protege al niño de cualquier situación que ponga en riesgo su bienestar, proporcionándole una base segura desde la cual explorar el mundo. Este proceso de apego será exitoso si los padres, y especialmente la madre como cuidadora principal en esta etapa, son sensibles para identificar y comprender las necesidades y el estado emocional de su hijo. Un apego seguro es un determinante crucial a lo largo del desarrollo del niño y en la calidad de sus interacciones futuras.
Dado que este apego es un proceso centrado en la vinculación hacia su cuidador principal, que en este caso es la madre la cual viene de experimentar el parto y postparto, que suelen ser vivencias estresantes para la mujer, que le demanda esfuerzos físicos, psicológicos y emocionales extraordinarios aunado a atender las demandas que requiere el cuidado del recién nacido, puede generar una alteración vincular entre la madre y él bebe. Además, si, previamente hay psicopatología, experiencias negativas pasadas con los propios padres, las condiciones de la mujer como su edad, su escolaridad, nivel socioeconómico, si fue un embarazo deseado; y si lo fue, las complicaciones que pudiera tener él bebe de salud o si tiene un temperamento difícil. También el orden de nacimiento de los hijos, ya que al ser madres primerizas suelen haber mayores dificultades por la inexperiencia, que generan niveles de ansiedad y preocupación sobre el cuidado infantil. De igual forma las creencias socioculturales en donde dado el sexo del bebé se le atribuye mayores desventajas.
Incluso la lactancia, que fisiológicamente favorece el vínculo, puede convertirse en un factor de riesgo si cesa tempranamente o está ausente, siendo esto un posible indicador de dificultades en la vinculación madre-bebé. La ausencia de lactancia también se ha asociado con una mayor vulnerabilidad a la depresión y la ansiedad materna. La experiencia del embarazo y el parto, especialmente si fueron traumáticos, también representa un riesgo para la conexión afectiva. Finalmente, un entorno social con poco apoyo y/o problemas de pareja son factores que pueden perturbar el desarrollo de un vínculo temprano saludable.
Cuando la vinculación materno-filial se ve comprometida, las consecuencias pueden manifestarse en diversos niveles. Podemos observar desde un retraso o ambivalencia en la respuesta afectiva materna, hasta el rechazo, la ira o la hostilidad hacia el bebé. En sus formas más extremas, estas dificultades se asocian con el maltrato y el abuso infantil.
Ante esta problemática, es fundamental priorizar el acompañamiento y el apoyo en estos procesos, poniendo especial atención a la salud mental de la madre. Un entorno que sostenga emocionalmente a la madre es el terreno fértil para que florezca un vínculo filial fuerte y amoroso, beneficiando así el desarrollo integral de nuestros hijos.
Recuerda que Lex Pro Humanitas es el único despacho jurídico que reconoce la importancia de la salud mental, especialmente durante procesos legales. Por eso, ofrecemos a nuestros clientes y sus familias un mínimo de tres sesiones de atención psicológica sin costo adicional. Recuérdalo no están solos, nuestros especialistas están aquí para brindarte el apoyo que necesites. Acércate, descubre la diferencia y no dejes de seguirnos en redes sociales, pues cada semana generamos nuevo contenido, que te será de utilidad y no sin antes desearle a todas las mamás del país, un feliz diez de mayo.
Referencias:
Palacios, B. (2016, 05 de febrero). Alteraciones en el vínculo materno-infantil: Prevalencia, factores de riesgo, criterios diagnósticos y estrategias de evaluación. Scielo. Recuperado el 07 de mayo de 2025, de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-08072016000200003
Elaboración de ilustración y redacción:
Psic. Frida Sánchez Robledo
Lic. Ángel Tapia Mosqueda
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