Lamentablemente, de acuerdo con la Comisión de Comunicación del Colegio de Notarios de la Ciudad de México, en lo que respecta a la Ciudad de México sólo el 20% de la población cuenta con este documento, por lo que si una persona muere sin llevar a cabo un testamento (intestado) suele crear una verdadera caja de pandora en la que sus descendientes emprenden luchas encarnizadas por hacerse de los bienes mediante juicios largos y costosos, razón por la que en Lex Pro Humanitas siempre recomendamos realizar un testamento, sin importar que los bienes sean pocos.